ART 88/46 por Ulises Lafuente
(Nota: Esta reseña no contiene spoilers)
Ha llegado el momento de aprovechar este espacio para visibilizar autores y autoras que creo que merecen mucho la pena, y le ha tocado estrenarlo a Ulises Lafuente, también conocido como Rata.
Mi primer contacto con el trabajo de Ulises fue en la ahora infame y desaparecida Subcultura, donde publicaba online ART88/46, el objeto de esta reseña. Solo hacía falta echar un ojo por encima para saber que ya entonces era un profesional y que destacaba en calidad del acabado, pero yo aún no había leído el cómic por esas fechas (la vida universitaria era muy dura, ¿vale?). El cómic en papel acabó en mis estanterías porque mi pareja, que sí que lo llevaba más al día, participó en el crowfunding de autoedición del primer volumen y se hizo con los siguientes en las jornadas Kboom (evento anual de cómic y autoedición en Barcelona), donde le conocí en persona. Aún así leerlo me costó un par de años más.
Mientras yo vivía en mi propio universo de dolor y me arrastraba por el suelo de la habitación, Rata seguía haciendo sus cosas de creador responsable y activo. Durante ese periodo empezó a colaborar con Sergio Morán (¡Eh, tio!, El Vosque) en la publicación de Justice TV, cuyo primer volumen en papel también tengo esperándome en la estantería, aunque he consumido gran parte online.
Y hasta aquí puedo leer porque es hora de meterse en harina. Si queréis saber más podéis ir a acosarle a twitter.
ART 88/46
Art88/46 es una historia de estética y ambientación cyberpunk sobre un futuro en el que la realidad virtual ha alcanzado una importancia y realismo notables. Tony, un tipo particularmente irritante, utiliza a una IA llamada Makoto y un enrutador para conectarse a un mundo procedural. Pero lo que iban a ser una horas de onanismo se transforman en una trampa mortal cuando una bajada de tensión corrompe los datos de la sesión.
Tony se ve atrapado en un mundo virtual mientras su cuerpo decae en el mundo real. Por suerte el tiempo transcurre de forma diferente dentro de este nuevo universo y cuenta con la habilidad de transformar su entorno, así que no está todo perdido (?). Curiosamente la manera en la que suele modificar esa realidad es utilizando una especie de pluma, stylus o rotulador, y esto es interesante. Para quienes no lo sepáis, Art. No. 88/46 hace referencia a un rotulador de color negro de punta dura y redonda de la marca Stabilo, y por lo que sé de Rata y del cómic… no es casualidad. O si, y me estoy montando una teoría fan.
Los trazos de este rotulador no varían ni en grosor ni en opacidad, algo que coincide con las líneas del entintado del cómic. Y aunque sé que está hecho en digital y que Rata también utiliza otras herramientas, no descarto que comenzara a diseñarlo en papel con la herramienta de dibujo que le da nombre. (Fin de la teoría fan).
Resumiendo, todo es muy meta. Tony moldea el mundo con su boli, y Rata a su vez moldea el mundo de Tony con el suyo en una historia que pone en duda el origen de todo, los dogmas y las deidades.
Los integrantes de ese mundo virtual, les hijes del subconsciente de Tony, también lo ponen en duda. Rechazan a su dios caótico, egoísta e infantil y buscan la forma de hackear el sistema para salir al mundo real, al mundo de los dioses, y evitar que el protagonista les aniquile para siempre al cerrar la sesión. La IA, Makoto, tampoco se encuentra fuera de este dilema y realiza su propio viaje introspectivo.
Pero esto no es todo, la historia transcurre mientras une competidore de Tony, otre jugadore, se cuela en su sesión (uso el neutro porque aunque no se emplea en la narración no podría especificar el género, que en ocasiones parece fluir).
No quiero entrar en muchos detalles con este personaje porque me parece un personaje trans mal representado y problemático, pero sí que me veo en la obligación de avisar. De este tema he hablado con el autor recientemente, Rata es consciente y sé que si tuviera la oportunidad de empezar de cero lo escribiría de forma distinta. Como él mismo se lamenta, el primer volumen se imprimió en 2013 y se empezó a dibujar mucho antes, y todes hemos aprendido muchas cosas nuevas desde entonces.
Si podéis pasar este hecho por alto os recomendaría disfrutar del resto de la historia porque merece la pena, además de que podéis hacerlo online y gratuitamente en su web ART88/46 . Pero si es un tema demasiado delicado para vosotres os invito igualmente a seguir la trayectoria de Rata, que continúa trabajando en cosas frescas como «Aiala» y «Yo, Domobot«, mi favorito.
En el caso de Art88/46 el dibujo complementa perfectamente la narración. He conocido demasiados casos de personas que han dibujado y guionizado en solitario sus propios cómics con poco éxito por ego o necesidad (me incluyo), pero Rata se salva (no digo que no tenga ego, pero al menos puede fardar). El uso de recursos para enfatizar el ritmo como la variación del tamaño de viñetas, la repetición y los fuertes contrastes aportan justo lo que la historia necesita para ser consumida como un conjunto. Además de que la influencia del diseño gráfico e industrial sirven para asentar la ambientación futurista. Y hay mechas.
Y bueno, Rata, aquí nos tienes esperando el volumen 4. No es por meterte presión.